25.11.16

Escribir como el que corre

K. me dijo si seguía amando los mundos sutiles, los ingrávidos y los gentiles y hasta las pompas de jabón. Le dije que sí, a medias, según el día. Una vez alguien dijo que yo era etéreo, a pesar de mi recia complexión. No era mala la intención que animó el comentario y yo supe entenderlo casi como un halago. Uno escucha lo que quiere y recuerda lo que le conviene. Como son malos tiempos para la lírica, últimamente escribo más. Quizá para tener la cabeza despejada. Lo dijo Ana hace unos días en un almuerzo en su casa: escribes como el que corre. Ya he olvidado la tentación (firme un tiempo) de abandonar la escritura o de aplazar su urgencia. Hay días en que no sabe uno qué sentido tiene esta rendición diaria. Soy capaz de escribir de cualquier cosa, pero me cuesta cada vez más justificar esa imposición a la realidad que supone escribir. El mundo ya está bien sin que se precise la existencia de este texto. A K. le debo seguir. En ocasiones se entabla un buen diálogo entre los dos. Creo es él quien al final  esté escribiendo, no yo. Y en eso también albergo dudas. Dudo con convicción, como suelo. Cuanto más intensa es la duda, más placer encuentro en ella. En cierto sentido, conforta esa incertidumbre, da un alivio agradable. Escribo como si corriera. No miro atrás, no corrijo, sólo tecleo, únicamente avanzo. Debo ser una forma avanzada de escritor irresponsable o ni siquiera alcance el grado de escritor, por más que me aplique y le dedique el comprometido rato diario. En todo caso, todas estas consideraciones (no sé de qué rango, ignoro qué propósito las anima) me ocupan el tiempo que precede el ingreso al vértigo del día. Escribir es ese café negro muy duro con el que se pone a funcionar la máquina. Y sigue la cita de Machado en mi blog y amo los mundos sutiles, los ingrávidos y los gentiles y hasta las pompas de jabón.

2 comentarios:

Recomenzar dijo...

Me ha encantado conocer y ver como imprime tu mente la magia de tus letras

Anónimo dijo...

Sigue corriendo, galgo Emilio.

Fernando Fdez.

Plegaria para letraheridos

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