13.10.09

Juan de Mairena, y de Libros...


No sé si leen más libros que antes. Tampoco entiendo en demasía sobre el negocio editorial. Me encantan las librerías. He pasado horas deambulando entre sus estanterías. Mirando los lomos de los volúmenes. Oliendo la promesa del tiempo felizmente entregado a la felicidad. Hojeando/ojeando páginas. Comprando esa porción minúscula de júbilo y sintiendo en el corazón (que está ahí para esas cosas) la certeza redonda de un placer cercano.
Y ahí es donde uno agradece la existencia del heroico gremio de los libreros. De cómo batallan contra los elementos hostiles. De entre todas las cosas que el dinero puede comprar ninguna tan maravillosa como el libro. Ninguna tan duradera. La vida de quien vive entre libros tiene más horas de quien los ignora. El buen librero es el sacerdote de esa cofradía. Lo que vende es felicidad. Exactamento eso.
Viene todo esto a cuento de que mi amigo Pipo ha puesto en danza cibernética una página web. Hay mucha poesía dentro (Cosmopoética) y hay proyectos domésticos de libros íntimos, familiares. Por estar incluso está mi astronauta zurdo. Además es hasta bonita. Entren y busquen. Compren. Lean. Disfruten. En fin. Todas esas cosas que ya sabemos. Empieza pinchando en la imagen de arriba.

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3 comentarios:

Isabel Huete dijo...

Le he echado un vistazo y parece muy interesante, tendré que detenerme con más tiempo y menos sueño.
Besotes.

Irene dijo...

Cosmopoética es una iniciativa estupenda en una ciudad como Córdoba, que es una maravilla de ciudad. En lo tocante a la editorial, enhorabuena a sus ideadores. Será cosa de entrar en serio, buscar y comprar algo. Gracias y saludos.

Emilio Calvo de Mora dijo...

Detente, Isabel, entra, mira. Descansa. Disfruta.

Iniciativa estupenda, sí, Irene. Córdoba, que es mi ciudad, ha sido siempre muy poética. Históricamente poética, quiero decir. En lo tocante a la editorial, como dices, es un trabajo pequeño, doméstico, pero sentido y Pipo, el que lo lleva a cabo, una buena persona y un estupendo librero. Gracias por entrar aquí.

Pensar la fe